26 de abril de 2009

Eva y Adán


Creo que Dios creó al hombre y se dio cuenta de que era incompleto, necesitaba de algo más, no le había salido seguramente como Él mismo esperaba, entonces le cogió una costilla y creó a la mujer, ser que perfeccionó su anterior obra, bastante primaria, propio de las primeras creaciones. Quizás, y esto es hablar por hablar, dejó al hombre un tiempecillo campando a sus anchas por el paraíso. Le dio de todo lo necesario y quizás, sólo quizás, este era incapaz de sacar provecho a tanta dádiva y viendo Dios que era “cortito” decidió crear al mismo ser, pero más bello y perfeccionado. La mujer.

Después la historia y la inmadurez masculina, puso a Eva como la mala, la que quería llevar al hombre por el mal camino, la que se dejó tentar por la serpiente maligna, la culpable de que perdieran aquel lugar ideal, para pasar al sufrimiento terrenal, al valle de lágrimas, lejos de la presencia divina.

Bueno, bueno, … quizás, y sólo quizás, la serpiente vino a tentar a la mujer, puesto que para caer en una tentación se ha de pensar un poquitín, tener un deseo no primario … y la curiosidad del “¿Qué pasará?”. ¿Hubiera podido la serpiente conseguir lo mismo tentando al hombre? A lo mejor, estaríamos todavía en el paraíso.

Me resulta increíblemente curioso, cómo todavía ahora, no sé cuantos siglos después, miles y miles de años, algunas cosas continúan prácticamente igual que entonces. La humanidad en algunas cosas, en algunos lugares del globo terráqueo, ha avanzado mucho; en otras cosas continua como Adán y Eva.

Para algunas mujeres, seguimos siendo nosotras las que tentamos al hombre; para ellos por descontado que las tentadoras somos nosotras.

Ellos matan a sus parejas “porque era mía”, ellas los matan en legítima defensa.

3 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Una lectura muy particular del texto bíblico.
¡Está bien!
Un saludo

Unknown dijo...

Una lectura muy particular del texto bíblico. ¡Está bien!
Un saludo