23 de enero de 2007

"LA SANGRE"

Mi amiga MonRuiz, con la que comparto mi trabajo diario, lleva sangre extremeña. En su familia se dice eso de: “esta es mi sangre”. Frase curiosa.

Hay personas que sólo consideran miembros de su familia a aquellos que hayan sido paridos por la misma madre, aquellos por los que corre la misma sangre, o son sobrinos de “sangre” o, ... algo así ¿no?. Estas personas quizás son capaces de perdonar las ofensas de los de “su propia sangre”, a los que además, de puertas afuera y adentro, defenderán con capa y espada, porque al ser “su sangre” son casi casi perfectos. Más o menos ¿no?.

En fin, me cuesta comprender estas actitudes. ¿Quizás debido a que no tengo hermanos? Creo que no, ya que desgraciadamente hay muchas personas que no respetan ni lo de la “sangre”.

Es, en mi modesta forma de ver, otra manera de marcar distancias, diferencias, de disculpar carencias bajo convencimientos propios de clanes prehistóricos, de marcar un tú sí y tú no.

Aunque sorprenda yo SI tengo muchos hermanos a los que quiero profundamente, a los que intento perdonar aquellas cosas que a mí me pueden parecer defectos, porque ¡menudo desastre es la que escribe!, ¡soy el defecto con patas!. Así lo siento.

Cuando en la Hora Apostólica pedimos diciendo aquello de: “por los que estuvieron, por los que están, por los que estarán”, no pienso en los que nos dejaron para siempre, que también. Pido perdón por los motivos que yo pude dar para que algunos marcharan, por lo que dejé de hacer para que se quedaran; caridad, dulzura, prudencia, comprensión para con los que están, que sepa quererlos como Tú los quieres, que sepa verlos como Tú mismo los ves; alegría, generosidad y buen trato para con los que estarán, y como no, pido que sean muchos. Y que a todos, a todos, los vea por encima de sus apariencias.

Estos son mis hermanos, estos quiero que sean mis hermanos, y no, no llevan “mi sangre” pero comparten mi esperanza y estos nos hace más familia y nos une más que cualquier otra cosa o, ¿acaso no compartimos el mismo Padre?.

Este es mi deseo y una de mis luchas diarias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Más vale tarde que nunca. Mi amiga MonCurtó, con la que comparto mi trabajo, mi tiempo, mis pensamientos, mis inquietudes, mis alegrías, mis miedos, NO lleva mi sangre. Pero a ella y a otros muchos más que tampoco poseen O+ les quiero decir, que ante el fervor que generación tras generación han venido trasladando las gentes del sur con respecto a la familia, por aquello que los del Sur somos más pasionales en todo, quiero decir y dijo que QUIERO Y NECESITO a los de mi sangre y a los que no lo son, porque mis venas son muy estrechas, pero no mi corazón. Te quiero a tí Curtó, y a mi Rosi también, y quiero a mi marido, a muchos más compañeros/as, amigos/as (a estos hay unos cuantos que más que a los de la sangre), por ponerte un ejemplo: mi Neuseta del Alma, incluso hasta algún vecino de la escalera, imagínate hasta donde llega mi querer. No te equivoques, si alguien te excluye por una cuestión sanguínea, a lo mejor ,lo que le va, es ser un poco draculín/a.